martes, 8 de diciembre de 2015

El Tiempo

El tiempo es la sustancia de la que estoy hecho. Jorge Luis Borges




Es interesante pensar que mientras escribo esto el tiempo transcurre sin descanso, sin pausa, y en un constante movimiento. Decidimos controlarlo de alguna forma midiéndolo, pero solo lo catalogamos en medidas que constantemente rebasa. Así lo que calculamos en un segundo en el siguiente instante es otra medida de tiempo y así sucesivamente. Es increíble que seamos depósitos constantes y cambiantes de tiempo. De esta forma hoy tengo treinta y dos años y dieciocho días con veinte horas y ocho minutos, ahora mismo mientas escribo tengo un minuto más de vida.
El solo hecho de pensar que el tiempo está en constante movimiento me hace pensar que me lleva a un final, que me traslada en sus brazos sin ningún tipo de escape hacia la muerte. Este tema los cristianos lo tienen bien resuelto por creer en la vida eterna, en el cielo o paraíso. De esa manera piensan que la dicha los espera en su otra vida y que la actual es solo una mínima expresión de esta. Quiere decir que el lapso de tiempo en la tierra será entonces la mínima expresión de tiempo posible, porque en la eternidad celestial se encontraran siempre viviendo por todos los tiempos con Dios. De igual forma, pero con resultados adversos será para los pecadores en el infierno, en un tormento que no tiene final.
Es imposible eludir que, de tales conjeturas, si no se cree en Dios y el paraíso, se concluye que el aprovechamiento del tiempo es sustancial y crucial para encontrar la mayor cantidad de tiempos felices, es nuestro deber como personas brindarlos a los seres queridos. El deber como cristianos seria para toda la humanidad sin distinción de personas.
     En la vida que tenemos todo tiene su tiempo dirá el Predicador en el Eclesiastés, toda actividad ocupara una porción de tiempo y lo que más subraya es que hay tiempo para todo, también se advierte que hay que aprovecharlo de la mejor forma y disfrutar el fruto del trabajo de una forma provechosa.
Citándolo dice:
Capítulo 3 versículo 1a: Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora.
Es destacable la división que hace del tiempo en hora para definir lo que queremos debajo del cielo o sea en lo que nos propongamos a hacer en esta vida. También se habla de “tiempos” en la biblia como medidas no específicas de los mismos, podrían ser una hora, día, mes, etc.
Bien haremos en dedicarle el tiempo debido a cada cosa según la importancia que realmente merece. Juzgo oportuno lector que sabrás hacerlo de la mejor forma.
Espero que el tiempo dedicado a estas palabras allá sido de utilidad para alguien que está leyendo este texto, que su tiempo no se haya perdido y que lo ayude en algo, con eso me basta saber que tuvo un buen fin.
No hay mayor satisfacción que saber aprovechar de la mejor forma y manera el tiempo de la vida. También respetar los tiempos ajenos. Esperemos que los próximos tiempos nos deparen muchas alegrías que de seguro así será…
Quinto día del mes de diciembre del año dos mil quince.

                                                                                          José Manuel Battistessa


   

4 comentarios:

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  3. Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora... bellas palabras

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  4. Así es. Siempre esperanzados que los mejores están por venir y los aguardamos con ansiedad expectante.

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