domingo, 11 de agosto de 2013

Su fiesta diaria


Creo que de los pocos placeres que he visto en mi vida el  de Bautista al tomar su leche (alimento de vida) es de los más conmovedores. Su felicidad al saber que será preparada junto al cacao es expresada por saltos, risas y aplausos. Una fiesta diaria que es un placer celebrar. Al sentarse a la mesa de forma rápida y impulsiva (como disparado por un resorte invisible) y tragar  largos sorbos ruidosos (ufuufufufuf) y el aaahhh final, el suspiro definitivo. El bigote marrón adulto dibujado cerca de sus labios y mejillas, tal vez en gran parte de su rostro, producto de la repentina ola de leche chocolatada que ingirió. La satisfacción final por su saciedad resuelta y algún provecho ocasional de plenitud láctea.


José Manuel Battistessa  

No hay comentarios:

Publicar un comentario