domingo, 7 de octubre de 2012

"La aventura podrá ser loca, pero el aventurero ha de ser cuerdo"
Gilbert Keith Chesterton

De los grandes escritores de la novela policial se me vienen a la cabeza nombres como  Arthur Conan Doyle, Poe y Agatha Christie. Pero en este caso quiero hacer incapie en otro grande del genero que se inmiscuyo con un personaje a lo menos peculiar en dichas historias.
Chesterton utiliza como protagonista de sus cuentos al Padre Brown un sacerdote católico que es al menos encantador. Su agudeza mental y observación psicológica es deslumbrante, su aspecto sencillo y humilde lo hacen mas atractivo todavía. Logra desmembrar los misterios mas escabrosos y complejos. Nos hace reflexionar sobre el deseo y la malicia del corazón de ciertos personajes.
Y en estos crímenes, robos, estafas que se suceden siempre hay un vivido relato y una trama por demás atrayente. La aplicación de la observación minuciosa y el conocimiento de la "telaraña" que es el alma de los seres humanos son algunos de los adjetivos de dicho curita.
Es una invitación para todos aquellos que quieran ahondar en  lo que son capaces los deseos sin contención del hombre. Un ticket al misterio del alma. Nuestra querida alma.

Libro recomendado: "El Candor del Padre Brown"
 


             

1 comentario:

  1. El influjo católico lo recibió por diferentes partes. La mayor influencia se dio a través de un párroco llamado John O'Connor, en quien Chesterton se apoyó. Decía Chesterton que sabía que la Iglesia Romana tenía un conocimiento superior respecto del bien, pero jamás pensó que tuviera ese conocimiento respecto del mal, y fue el Padre O’Connor quien, en las largas caminatas que realizaban juntos, le demostró que él, conocía el bien tal cual como G.K. suponía, pero que además conocía la maldad, y estaba muy enterado de ella.
    Durante su última convalecencia, en sus sueños, en un estado semiconsciente, dijo: “El asunto está claro ahora. Está entre la luz y las sombras; cada uno debe elegir de qué lado está.”

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